La Formación Imperial del Tahuantinsuyo
La precisión del Tahuantinsuyo en formación obliga necesariamente a considerar cuales fueron aquellos recursos sean humanos y materiales que sustentarón su expansión a lo largo de los Andes.
Si bien podría estar de acuerdo con que el Estado asumió a un mayor nivel y en un mayor alcance los criterios de reciprocidad asimétrica y de redistribución, cuyo conocimiento se va volviendo clásico en los Andes, también creo que su aplicación puede ser diferente en cada zona de esta región andina matizados por desarrollos desiguales. Son diferentes los modelos que reflejan la presencia del Tawantinsuyu, primeramente en la región del lago Titicaca, donde los lupas fueron privilegiados frente a los otros grupos lacustres; otro ejemplo, hacia el norte y el oeste del Cuzco, donde no había –en una primera instancia- ningún recurso equivalente al ganado y donde justamente parece que el Tahuantinsuyo se interesó especialmente en la mano de obra.
El Imperio del Tahuantinsuyo es una formación política, económica y social de cáracter multinacional, esto quiere decir que el Estado Imperial se forma sobre la dominación a otros estados como los reinos, señoríos y curacazgos, sobre los cuales ejercen un régimen de explotación.
Por eso, en todo Imperio la explotación, además de ser “vertical” es decir, una clase social domina a otra clase para explotarla; también es “horizontal” ya que la dominación y hegemonía se dan a partir de un Estado sobre otro. La clase social que controló el estado Imperial Incaico fue una clase muy rica, que centralizó la riqueza que le brindara el pueblo obligatoriamente.
Una gran cantidad de reservas debía invertirse en la mantención de un ejército estable y poderoso, así como a una burocracia estatal, los que debían recibir su redistribución por los servicios prestados al Estado; por último se tenía que mantener a un grupo de funcionarios religiosos encargados del culto, el Estado del Tahuantinsuyo desarrolló un esclavismo patriarcal o generalizado.
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